¿Sabías que hemos cambiado nuestra forma de buscar en Google? Antes introducíamos en el buscador términos breves y genéricos. Sin embargo, ahora, le preguntamos cosas de forma coloquial, como si habláramos con otra persona. Esto se llama búsqueda semántica y, aunque, en principio, tiene la apariencia de algo anecdótico no lo es. Y es que, esta tendencia marca el camino hacia la llamada web semántica e implica transformaciones profundas en los motores de búsqueda.
Pero, vayamos por pasos. Y aclaremos primero los conceptos básicos.

¿Qué es la búsqueda semántica?

Se trata de un proceso usado para obtener mejores resultados cuando realizamos una búsqueda en internet. Es decir, planteamos búsquedas en término basados en redes semánticas para que el buscador sepa, exactamente, qué estamos buscando. La consecuencia es que los motores de búsqueda pueden ofrecernos resultados más relevantes en relación con nuestra demanda.

Por ejemplo, si un usuario introduce “Madrid” en el buscador puede obtener resultados que hablen de la ciudad o pueden que, en función de la época del año, hablen del Real Madrid.

La web semántica se ha impuesto debido, sobre todo, al crecimiento incontrolable de contenidos en internet. Para recuperar información ha sido necesario implementar métodos más eficientes que ayuden a seleccionar contenidos. Esta selección se realiza en base a determinadas palabras clave y no siempre se ajustan a lo que pide el usuario. Precisamente por ello, se han desarrollado los sistemas de búsqueda semántica, basados en el significado de las palabras.

Es decir, que los motores de búsqueda se acercan cada vez más a la manera en que las personas nos expresamos para poder identificar el sentido real de las palabras que introducimos al hacer consultas.

¿Qué cambios implica la búsqueda semántica?

Para empezar, implica que debemos cambiar la forma de hacer SEO para adaptarnos a la nueva forma de trabajar de los motores de búsqueda. La web semántica o web 3.0. se basa en entidades de información y la relación que existe entre ellas. Mientras que el viejo modelo de web solo se basaba en documentos. En resumen: que antes lo importante era el conjunto de palabras clave que introducíamos en la búsqueda, pero ahora también cuenta el contexto y la intencionalidad para dotar a la búsqueda de un significado.

Por ejemplo, si yo busco desde Alicante “Salones de Belleza”, los resultados serán diferentes a los que obtendría si hiciera la búsqueda desde Madrid. La geolocalización hará que entre los resultados se me muestren establecimientos cercanos a mi ubicación. Otros elementos del contexto que intervienen son el idioma, la fecha, el historial de búsquedas, etc.

Todos ellos ayudarán a filtrar resultados cuando introducimos en una búsqueda, por ejemplo, palabras con diferentes significados. O también los diferentes términos con los que identificamos una misma cosa.

¿Cómo reacciona Google ante todo esto?

Aunque Google llevaba trabajando desde los años 90 en la búsqueda semántica, no va a ser hasta 2013 cuando puso a trabajar a Hummingbird, un nuevo algoritmo de búsqueda diseñado para la búsqueda semántica. Con él, el buscador empezó a identificar las búsquedas de otra manera, basada en las entidades de información.

Además, le ayuda un sistema de inteligencia artificial llamado Rank Brain, que profundiza en la intencionalidad de la búsqueda. El buscador cada vez conoce más cosas de nuestro contexto personal y usa esta información para darnos búsquedas más eficaces. De hecho, el objetivo último, por ahora inalcanzable, es que un día ni siquiera tengamos que realizar esa búsqueda. Es decir, que Google nos de las respuestas antes de que se las pidamos porque detecte nuestra necesidad con antelación.

Las consecuencias de todo esto es que, quien busca un buen posicionamiento en buscadores, ahora debe realizar un SEO semántico. Para ello hay que eliminar posibles ambigüedades usando palabras clave más explicitas, sinónimos de las palabras clave que queremos posicionar, indicándole a Google el significado inequívoco de nuestro contenido.

Búsqueda semántica

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