El Brainwriting puede ser todo un revulsivo para sacar todo el partido a las reuniones de trabajo y la necesidad de sacar ideas creativas para darle un nuevo impulso a nuestro negocio.
El nombre de esta técnica viene del inglés, ya que brain significa cerebro y writing, escritura. Se basa en una forma creativa de conseguir ideas nuevas y rompedoras de un grupo determinado de personas para resolver un problema, impulsar un proyecto o mejorar una situación.
La técnica consiste en que cada miembro del grupo debe generar ideas, de forma independiente, a través de las ideas de otros miembros del grupo. Se diferencia del Brainstorming, una técnica mucho más conocida, en que los participantes escriben sus ideas en un papel antes de exponerlas a los demás miembros del grupo.
Ventajas del Brainwriting
Su objetivo es generar muchas ideas en un corto espacio de tiempo, garantizando que todos los miembros de grupo participan en la misma medida. La inventaron Leigh Thomson y Loran Nordgren, dos profesores de Estados Unidos, basándose en dar su espacio a dos aspectos diferentes: la generación de ideas y su puesta en común.
Con esta técnica se superan algunos problemas del Brainstorming, como la timidez de algunos miembros del grupo, su dependencia del moderador y otras variables de la personalidad de cada uno de ellos. Cuando se opta por escribir las ideas, en lugar de lanzarlas al grupo, se resta importancia a quién las aporta o en qué momento lo hace y, por lo general, se consiguen muchas más ideas.
Brainwriting vs Brainstorming. ¿Cuál es mejor?
Si optamos por la escritura de ideas en lugar de la lluvia de ideas, podremos ponerle freno a algunos aspectos negativos que suelen interferir en el buen resultado de la reunión:
No queda espacio para las bromas o comentarios jocosos y tampoco para los chistes ligados a las ideas. Nadie asume el papel protagonista en la conversación. Todos, hasta los más tímidos, expresan libremente sus ideas por escrito en el papel. Todos tienen una aportación similar en el proceso. Todas las ideas tienen el mismo valor, porque quedan escritas en papel sin importar su orden ni procedencia. Los participantes no ven interrumpido su pensamiento individual: al no aportar ideas en voz alta no se desconcentra al grupo ni hay peligro de que sus miembros pierdan el hilo de lo que están pensando.
¿Cómo funciona el Brainwriting?
Primero hay que decidir quién participará en la reunión, escoger a los miembros del grupo. Debe haber expertos en el tema y otros menos entendidos en el mismo. Luego, se les expone el problema a soluciona, el proyecto a desarrollar o la situación a mejorar. Conviene dejarles un tiempo para preparar el tema y ser así más productivos.
La siguiente fase consiste en que cada individuo genere sus propias ideas y las escriba. Después, se recogen las aportaciones y cada miembro explica al resto sus ideas. Cada uno tendrá un tiempo asignado y no se permiten las interrupciones.
Al final llega el momento para que el grupo debata sobre las ideas expuestas: opinar, evaluar, apostillar, etc. Y, como colofón, hay que votarlas. A ser posible, de forma anónima. Por ejemplo, suele estar bien elegir un grupo de 3 opciones para plantear posibles soluciones y que sean los directivos los que opten por una de ellas.
Diferentes modelos y técnicas de Brainwriting.
Lo que hemos explicado hasta aquí es el funcionamiento básico del Brainwriting. Pero, hay varias fórmulas que pueden aplicarse al pie de la letra o introduciendo algún cambio o modificación.
- Propuesta 1: 6 personas escriben un máximo de 3 ideas en un tiempo de 5 minutos. Cuando acaba el tiempo, cada individuo pasa su lista al compañero de al lado para que añade otras 3 ideas. Y así hasta que todos los miembros del grupo han participado en todas las listas.
- Propuesta 2: las ideas se escriben en tarjetas que se dejan en el centro de la mesa y que pueden ser completadas por otros miembros del grupo.
- Propuesta 3: llegar a la reunión con una lista de ideas a las que los participantes pueden añadir otras ideas.
Lo bueno de esta técnica es que puede aplicarse a las redes sociales: es posible pedir propuestas a tus clientes y seguidores para mejorar tu producto o servicio. Generarás conversación con tu comunidad y la harás partícipe de tu proyecto.