¿Somos conscientes del potencial que tenemos ante nosotros si logramos emplear eficientemente los recursos online que tenemos a nuestro alcance? Es posible que muchas empresas y profesionales se hayan dado cuenta ya de ello y hayan decidido apostar por aterrizar en muchos de los canales que desde Internet pueden contribuir a hacerles ganar visibilidad. Desde la tienda más pequeña del barrio hasta el comercio especializado o la gran fábrica de productos electrónicos disponen de al menos un sitio de referencia en la red. La pregunta es ¿estamos actuando siguiendo nuestro instinto únicamente? ¿O tenemos una estrategia general diseñada?

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La solución recomendada es empezar la casa por los cimientos. La base de toda política de proyección hacia el exterior es la estrategia. Esta palabra, en el sentido más estricto, es la técnica y el conjunto de actividades destinadas a conseguir un objetivo. El fin último que perseguimos puede ser vender, ser más conocido, mejorar nuestra imagen, posicionarnos, prestar servicios a un número mayor de usuarios, etc.

En la disciplina de marketing online se refiere más específicamente a la necesidad de crear un plan conjunto donde se actúe de forma acorde y alineada en todos los frentes: en cuanto al trabajo en buscadores con SEO, SEM, Adwords o inbound. Los pasos a seguir son sencillos.

Cómo diseñar una estrategia de marketing online

¿Sabemos cuál es la estrategia que queremos?

Decidir la estrategia en los medios online no es un juego de niños. Es posiblemente una de las decisiones que marcará en gran parte el futuro de nuestra trayectoria profesional o empresarial. En función de los objetivos que queramos alcanzar, las acciones de marketing serán muy diferentes.

Si lo que queremos es pasar de ser una empresa nacional a dar el salto internacional la planificación adquiere grandes dimensiones en cuanto a recursos y preparación previa. En algunos casos incluso será necesario la búsqueda de partners que sepan manejarse en los países de destino a los que queremos llegar.

Pero si el objetivo es constituirnos y salir por primera vez al mercado todo está por hacer. Pasito a pasito y con un buen mapa de ruta dirigido por nuestra estrategia podemos establecer una política alineada y coherente con garantías de éxito.

Sistema piramidal

La estrategia debe salir de la cúspide de nuestro organigrama empresarial: desde la dirección general hacia abajo. Todos deben estar implicados para lograrla. En el marketing online esto significa que no podemos desentendernos de las intervenciones que se están llevando a cabo en nombre de nuestra empresa dejándolas en manos de cualquiera. ¿Abandonaríamos a su suerte las oficinas de venta de nuestro negocio? Pues el escaparate online en el que estamos continuamente expuestos es más visible que cualquier espacio físico.

Recursos y timing

Para empezar la fase práctica de una estrategia hay que conocer datos de vital importancia como de cuánto dinero se dispone y qué recursos humanos se van a destinar al cumplimiento.

En algunos casos, las personas que diseñan el plan de marketing online no disponen de esta información, lo que les dificulta saber hasta dónde pueden llegar o cómo rentabilizar todas las inversiones al máximo.

Seleccionar muy bien dónde queremos estar

Normalmente los recursos son limitados y no se pueden emplear todos los métodos para llegar a nuestro fin. Llegados a este punto, tendremos que elegir cuál o cuáles son las mejores opciones.

La web, como plataforma de referencia, debe ser uno de los ejes principales de nuestra estrategia de marketing. A partir de ahí las posibilidades son muchas. Podemos realizar diversas acciones, pero siempre siguiendo los mismos criterios y filosofía, sin perder nuestra imagen de marca.

Hay empresas que apuestan todo en Google para lograr tener una fuerte presencia en este buscador a través de publicidad diseñada a medida. También es frecuente incluir las redes sociales en la estrategia digital, eligiendo aquellas en las que está nuestro público objetivo y ofreciendo siempre contenidos de calidad que realmente representen a nuestra marca.

Medir los resultados y corregir nuestra estrategia

De la planificación a la acción y de la acción a la medición de resultados. Estos son los tres pasos. Hay que cuantificar los logros para saber si hemos acertado en la consecución de nuestros objetivos.