La newsletter se ha convertido en una forma eficaz para la fidelización de clientes. Pero claro, para conseguirlo, debemos de saber cómo realizar una newsletter efectiva.
Por ejemplo, debemos de estudiar bien su contenido, analizar las estadísticas de envío, recepción y lectura y, por descontado, conocer lo mejor posible a nuestros suscriptores. Ellos son los destinatarios del mensaje y los que, en última instancia, decidirán si lo que les ofrecemos les interesa o se va a la papelera.
De nada sirve enviar una promoción sobre moda femenina a una base de datos llena de usuarios masculinos ¿verdad?
Cómo realizar una newsletter efectiva
Por otro lado, hay datos que confirman que en España los destinatarios abren menos del 30% de los mails que reciben. Así que debemos diseñar cuidadosamente el asunto, la primera línea del contenido (preheader) y las llamadas a la acción (CTA).
Estos son, sin duda, los puntos clave que harán que el usuario abra la newsletter o la rechace sin mirarla. Así que vamos a repasar algunas recomendaciones para conseguir realizar newsletter efectivas.
Lo primero, el contenido.
Tu actitud en el mensaje debe ser cercana, redactarlo como si tú mismo fueras el destinatario. A todos nos gusta que nos traten de tú a tú y no con un lenguaje pomposo y extremadamente comercial. La idea es suprimir barreras entre el emisor (tú) y el receptor del mensaje porque lo que buscamos es establecer vínculos con el suscriptor. Así que, abandona las formas impersonales y formales. Preséntate de forma correcta y cercana y dirígete a él con un lenguaje próximo.
Por cierto, a la hora de redactar, utiliza correctamente los signos de puntuación, no abuses de exclamaciones o interrogantes y no denotes urgencia en el mensaje. Debes realizar una exposición cuidada de lo que pretendes contar, sin exabruptos.
Después, estudia bien el perfil mayoritario de tu base de datos y analiza cuáles pueden ser sus intereses. Además, no te limites a lanzar una oferta o promoción: incluye en tu boletín contenido interesante para tus suscriptores: artículos, tutoriales, curiosidades… De esta manera, el lector comprenderá que ha recibido algo más que una oferta comercial y lo valorará de forma distinta.
Y, desde luego, estructura bien el contenido. El diseño debe ser sutil y limpio, atractivo y dinámico, con imágenes y textos bien ubicados y distribuidos, que resulte de lectura fácil y agradable.
La newsletter debe ser un fiel reflejo de nuestra imagen de marca y aportar valor a nuestra identidad digital. Por ejemplo, debe representar nuestros colores y diseños corporativos.
Cuida el asunto y el encabezamiento.
El asunto debe ser corto, directo, sugerente. De él depende la tasa de apertura del mensaje. Aquí también vale lo del lenguaje cercano. Puedes, si lo consideras, incluir algún emoji para que te ayude a destacar sobre el resto de mensajes de la bandeja de entrada. Pero no abuses. Y, sobre todo, personaliza el mensaje: dirígete personalmente al receptor, por su nombre, para dar la sensación de que el contenido es específico para él.
En cuanto al preheader (la primera línea que puede leerse después del asunto en la bandeja de entrada) puede completar la idea y dar algo más de información valiosa sobre lo que contiene el mensaje.
Lo siguiente, el envío.
La mesura y la sensatez serán buenas consejeras en este tema.
Todos sabemos que no podemos saturar al destinatario con un alud de mails y también sabemos que deben saber de nosotros cada cierto tiempo para que no nos olviden. Estos parámetros te ayudarán a decidir la frecuencia de envío de tu newsletter.
De hecho, lo mejor es planificar las fechas y los contenidos e ir analizando los resultados para ver qué fórmula es la más efectiva.
Otras recomendaciones importantes.
Los CTA (Call To Actión) deben estar bien ubicados, con colores y palabras que atraigan al suscriptor y le inviten a clicar: comprar, llamar, quiero suscribirme…
Para que una newsletter sea efectiva, también es aconsejable incluir enlaces a las redes sociales de la empresa. Así facilitamos que se integren en la comunidad de la marca.
Por último, y no menos importante, en la parte inferior hay que incluir siempre la información corporativa de nuestra empresa. También hay que plasmar obligatoriamente los motivos por los que recibe nuestras comunicaciones, en referencia a la Ley de Protección de Datos y facilitar un link donde el usuario pueda darse de baja como suscriptor si así lo desea.