Qué son los servicios outsourcing y por qué conviene contratarlos

El servicio outsourcing o de externalización no es otra cosa que la acción consistente en delegar en otros profesionales especializados labores que no resultan de primer interés para nuestra empresa. Este tipo de acción ha cobrado particular relevancia en los últimos años, en especial debido al auge de las nuevas tecnologías, al mayor nivel de especialización en la mayoría de sectores y, sobre todo, a la irrupción de internet en casi todas las facetas del ámbito mercantil.

Aunque, para ser del todo exhaustivos, hay que apuntar que la externalización no es un fenómeno nuevo. Ni mucho menos. Básicamente, consiste en lo que toda la vida hemos venido llamando ‘subcontratación’. El motivo fundamental por el que subcontratamos a una empresa para que ejecute trabajos por nosotros es simple: no todos sabemos hacer de todo —no al menos igual de bien.

Asimismo, una de las razones principales por las que el outsourcing resulta cada vez más imprescindible para la mayoría de empresas es el abaratamiento de costes. Si otros pueden hacer un trabajo que a nosotros nos supondría un mayor gasto y un esfuerzo considerable, ¿por qué no dejarlo en sus manos? Además, la eficiencia general de nuestra empresa se verá recompensada, entre otras razones porque los trabajadores a los que antes asignábamos tareas que escapaban a sus capacidades —o que les resultaban en exceso laboriosas— podrán dedicarse ahora a aquello que realmente saben hacer. Así, no solo ganaremos en términos económicos, sino también en salud emocional.

Por dónde empieza el outsourcing

Para ejecutar una acción de outsourcing de manera satisfactoria, lo primero que deberemos hacer será establecer un esquema que resalte con claridad cuáles son los objetivos vitales de nuestra empresa, así como cuáles son las labores secundarias que convendría delegar en otras personas o empresas cualificadas.

A continuación, estudiaremos cuáles son los profesionales que más se ajustan a nuestras necesidades —atendiendo a su cercanía, reputación, etc.—. Una vez seleccionados nuestros proveedores predilectos, contactaremos con ellos para plantearles nuestra propuesta. Una vez obtenidas las distintas ofertas realizadas por su parte, las cotejaremos y nos decantaremos por la opción más viable.

El respeto en la externalización 

Hay que tener en cuenta un factor que en algunos casos se pasa por alto: los profesionales subcontratados también tienen intereses y objetivos. Aunque parezca una obviedad, en no pocas ocasiones tiende a tratarse a los proveedores como trabajadores de segunda, casi como si de mercenarios se tratara. Es por ello que el respeto y la flexibilidad deben ser dos máximas a la hora de dialogar y establecer las pautas del contrato. No olvidemos que de estos profesionales depende en buena medida que nuestra acción de outsourcing sea exitosa.

Digamos que, por ejemplo, nuestra empresa se dedica a la venta de piezas para la reparación de automóviles, y ya hace algún tiempo que abrimos una tienda virtual para llegar a muchos más clientes. Desde hace unos meses hemos observado un estancamiento en las ventas. Por ello, decidimos actualizar nuestro catálogo online de artículos. Nadie en nuestro equipo sabe escribir especialmente bien ni sabe de posicionamiento web, por lo que optamos por subcontratar a un redactor experto en contenidos SEO. Si, obsesionados por no gastar demasiado, buscamos a un especialista que cobre lo mínimo posible, es probable que, aunque en pocos días veamos nuestro catálogo renovado y con un aspecto impecable, no obtengamos ningún aumento en nuestras ventas. ¿Por qué? Porque el redactor habrá realizado su tarea de manera mediocre, en gran medida debido a su descontento con las condiciones del contrato —que debi& oacute; aceptar a regañadientes atendiendo a sus necesidades y a la ingente competencia en su sector—. Si se diese este caso, en vez de abaratar costes, habríamos conseguido lo contrario: desperdiciar tiempo y dinero.

Contratar servicios outsourcing

En definitiva, si decidimos optar por contratar servicios outsourcing, debemos tener muy presente que, además de abaratar costes, una de las motivaciones primordiales debe ser alcanzar nuestro objetivo haciendo participe del mismo a nuestro proveedor. Dicho de otro modo, debemos hacer cuanto esté en nuestras manos para que, en la medida de lo posible, este trabajador subcontratado —y mejor cualificado que nosotros en su sector— sienta que es parte de nuestro equipo. Para ello, la confianza y el feedback continuo son herramientas esenciales.