Si habéis llegado aquí es o bien porque tenéis una página web que queréis mejorar porque os habéis dado cuenta de que el SEO importa, o bien porque estáis en proceso de crear una.
En cualquiera de los casos, ¡bienvenidos!
En este artículo vamos a hablar de:

  • Cómo optimizar URLS
  • Errores comunes
  • Cómo crear URLS óptimas para el SEO

Qué es y para qué sirve una URL

Una URL es un localizador uniforme de recursos, ahí la lleváis.
Para el resto de la población normal basta con saber que es lo que nos lleva de una página a otra y esta en la barra del buscador cuando visitamos un dominio.

Qué información brinda una URL

Una URL aporta muchísima información tanto al usuario como a los propios buscadores, por eso es tan importante tener nuestras URLs totalmente optimizadas.
Veamos lo que nos dice una URLs como la de nuestro siguiente ejemplo:

  1. Protocolo del sitio web. En este caso sigue el cifrado protegido
  2. La red, es decir las www. Y el dominio que queremos visitar “volkswagen.es
  3. El país, estamos buscando para España
  4. El directorio – carpeta – categoría
  5. Producto – archivo
  6. Recurso

Lo que le estamos indicando tanto al usuario como al motor de búsqueda es que la información que va a encontrar en esta URL será sobre el Volkswagen Golf y no sobre otros modelos o tipos de coche.

Resaltamos la sincronía que hay entre los siguientes factores:

El usuario realizará su búsqueda con base en una serie de palabras clave. Siguiendo con el ejemplo anterior estas podrían ser:

  • Golf
  • Coche Golf
  • Volkswagen Golf

En el primero de los casos el motor de búsqueda le ofrecerá resultados conforme a su historial y preferencias teniendo en cuenta además la relevancia de la palabra clave empleada y el número de veces que aparece en el texto. De esa manera, buscadores como Google son capaces de mostrar de sus miles de bases de datos el resultado más satisfactorio.

¿Qué no hacer?

Los errores más comunes a la hora de crear URLs son:

  • Emplear múltiples palabras clave no relacionadas con el contenido → es absurdo tratar de posicionarnos por términos de los que luego no vamos a ofrecer ninguna información. Lo que pasaría en ese caso es precisamente todo lo contrario a lo que se pretende: nos desposicionaríamos por la tasa de rebotes que incrementarían sustancialmente, perderíamos credibilidad para Google y además podríamos irrumpir en Keyword stuffing, una técnica de SEO Black Hat. Aportar contenido relevante, original y de valor para el usuario debe ser nuestro mantra.
  • Usar URLs kilométricas y complicadas → ser “user friendly”, o tener URLs amigables con el usuario, es una prioridad. Para él va a ser más fácil leer y entender una URL corta, así que elimina lo innecesario.
  • Incluir parámetros irrelevantes → Una vez más, se repite la premisa del valor y la limpieza. Menos es más, especialmente en e-commerce donde hay muchos parámetros que se repiten, como por ejemplo las tallas, los colores o el tipo de prenda. Tener muchas URLs que apunten al mismo contenido no es bueno y por otro lado podemos caer en canibalización fácilmente. Si te pasa eso es el momento de plantearnos una estrategia de canonicals para decirle a Google cuál es la principal.
  • Mostrar números y símbolos extraños→ Por símbolos extraños también nos referimos a nuestra querida “ñ” (lo sentimos por la RAE y la grandeza de nuestro idioma), pero lo óptimo es emplear caracteres incluidos en el abecedario inglés. Y, por supuesto, nada de símbolos, o guiones bajos: si quieres separar palabras dentro de una URL usa el guión medio.

¿Qué sí hacer?

Después de ver todo lo que no debemos hacer, vamos a analizar aquellas buenas prácticas que pueden conducirnos al éxito:

  1. USUARIO: los motores de búsqueda tienen por objetivo satisfacer las necesidades del usuario. Si le damos el contenido adecuado, eso nos afectará positivamente y nos otorgará autoridad.
  2. BREVEDAD: la URL es una especie de mapa del tesoro. Demos la información justa y ordenada, pues cuanto más concisa, mejor se entenderá. ¡OJO! Que no sea redundante, (ejemplo ficticio):
  3. ORDEN: Nuestra URL debe de seguir una lógica que le muestre al motor de búsqueda la relevancia de cada apartado. Cuanto más cerca del dominio, mayor es la importancia interpretada:
    https://www.volkswagen.es/es/modelos/golf.html
  4. PALABRA CLAVE: La palabra más representativa de nuestro contenido, aquella por la que queramos, habría de aparecer de forma natural en la estructura de la URL ya que, como hemos dicho antes, la URL sirve también para indicarle a nuestro usuario dónde está y qué va a ver. ¡OJO! Usemos una sola palabra , máximo dos y que sean cortas. Google recomienda que además aparezcan en el título de la página
  5. CONFIANZA: Mediante dos factores fundamentales:
  • Sitio web protegido: HTTPS Indica que la información no procede de un sitio malintencionado.
  • TLDS: el conocido “.com” . Las terminaciones después del punto nos van a informar sobre el país del dominio (.ar, .es, .mx) la actividad mediante con los sufijos (.org,.edu, .gov).

Una web requiere paciencia y tiempo. ¿Estáis preparados?

La estructura de las URLS son importantes y van a afectar a cómo nos valore Google y cómo nos vea el usuario. Cuando os planteéis añadir nuevas URLs o modificar las ya existentes, tened en cuenta que has de ser muy ordenado y cuidadoso. Todo lo relativo a una web requiere paciencia, meditación y mimo. Si os falta tiempo para dedicarle, lo mejor será contar con una agencia SEO que os ayude a posicionar tu web de la manera más óptima posible y os haga partícipe del proceso.