Si hablamos de las actualizaciones por excelencia de Google, nos estamos refiriendo sin lugar a dudas a Panda y Penguin.

Google Panda es quien manda Google Panda es quien manda
Google Panda es quien manda

Google Panda es una actualización del algoritmo creado por Navneet Panda (de ahí su nombre). La primera vez que entró en el campo de juego fue a principios de 2011 y su objetivo era combatir las webs de baja calidad.

Esta actualización llegó a afectar a más de un 12% de todos los resultados de búsqueda. Google se justificó alegando que solo una pequeña parte de las webs publicadas tenían una calidad aceptable. Según el motor de búsqueda muchos dominios buscaban posicionar palabras clave a cualquier precio, copiando el contenido de otras webs y sobreoptimizando el contenido. Además, a menudo estas webs estaban sobrecargadas de publicidad.

Durante los primeros dos años de vida de Google Panda, se lanzaba una actualización nueva aproximadamente una vez al mes, pero Google declaró en marzo del 2013 que las actualizaciones futuras serían integradas al algoritmo y por tanto sería menos evidentes y continuas.

Este cambio de algoritmo se ha ido modificando con el tiempo, pero estos serían los puntos que más castiga Google con Google Panda:

  • Contenido copiado de terceros
  • Contenido que no aporta valor al usuario
  • Webs sobrecargadas de anuncios
  • Webs con difícil navegación

¿Cómo saber si nos ha afectado la actualización?

Una señal de una posible penalización de esta actualización es una caída repentina en el tráfico orgánico de nuestra web o en las clasificaciones de los motores de búsqueda que se correlacionan con una fecha conocida de una actualización de algoritmo. Pero ojo, no os excuséis, que nos conocemos. No todas las pérdidas de ranking y tráfico se deben al cambio.

Mitos sobre Google Panda

Cada vez que salen actualizaciones para Panda, los especialistas en SEO salen corriendo como si de un apocalipsis zombie se tratase. De hecho, llegan a ser tan dramáticos que se asumen cosas que no son ciertas. Los mitos más populares son:

Cuanto más extenso sea el texto, mejor será la calidad

Antes, los textos que mejor funcionaban para artículos de blog eran aquellos que tuviesen entre 250/300 palabras. Con la actualización se empezó a creer que el uso de textos más extensos tendría un impacto positivo sobre el posicionamiento, pero no se fijó un número específico. Todo quedó muy en el aire. Pero lo que Google quiso decir es que el contenido debía tener tantas palabras como fuesen necesarias para responder las preguntas del usuario.

Los comentarios dejados por los usuarios son negativos

Otra cosa que se dijo en su momento fue que el contenido generado por los usuarios en una página web era negativo para el posicionamiento.

Los comentarios spam en un sitio web sí son negativos, el resto no. Si tenemos un blog, no es necesario que bloqueemos los comentarios, bastará con eliminar todo lo que sea spam.

¿Cómo recuperarse?

Si sois de los que esta actualización les ha afectado, no entréis en pánico. Aquí te enseño unos pasos para poder recuperaros de la penalización:

  • Revisad vuestro contenido y revisad aquel en el que usasteis la técnica del copy/paste. No digáis que no, que muchos lo habréis utilizado aunque fuesen solo párrafos sueltos.
  • No utilicéis “thin content”. Suele ocurrir en tiendas de e-commerce, donde las páginas de productos tienen apenas una descripción de una o dos líneas. Metedle algo más de chicha a las descripciones si queréis diferenciaros de vuestros competidores.
  • Tened en cuenta que en ocasiones, todas las tiendas que tengan esos productos, tendrán esas descripciones. Dadle un toque distintivo y evitaréis ser contenido duplicado. Dos pájaros de un tiro.
  • Si no os queda otra que tener “thin content” en alguna parte de vuestra web, desindexad esas URLs. Arañas que no ven, web que no siente.
  • ¿Tenéis anuncios intrusivos? ¿O muchos anuncios si lo comparáis con la cantidad de contenido? Tened en cuenta que si priorizáis las ganancias por los anuncios frente a las posiciones en Google, con el tiempo nadie entrará a vuestra web porque no apareceréis en los resultados (o apareceréis muy por debajo), y ahí sí acabaréis perdiendo todo. Por favor, decid «no»a la web de Homer.
  • Si tenéis varias páginas similares, planteaos empezar a usar la etiqueta canonical para que Google no piense que es contenido duplicado.
  • Mejorad vuestros tiempos de carga. Este es un factor clave en el SEO, ya que cuanto menos tiempo tardéis en enseñar vuestro contenido al usuario, más posibilidades tendréis de que se quede a leerlo y cuanto más tiempo esté ahí, más interesante creerá Google que es.

Conclusión

Una vez que estéis absolutamente seguros de que no hay nada más que puedas hacer para mejorar vuestras páginas web, es el momento de sentarse y esperar. Recordad que muchas veces después de la tempestad que genera una actualización de Google, llega la calma y puede que volváis a recuperar las posiciones que perdisteis. Así que coged vuestro sitio preferido del sofá, encended Netflix y a esperar.

Analizad vuestras webs de forma asidua para poder observar los cambios de forma rápida. Las herramientas SEO son de gran ayuda en este punto, ya que en su mayoría podrás analizar qué ha pasado con tus palabras clave en las últimas semanas y así saber si te ha afectado la última actualización de turno o no.