El fácil acceso a internet para cualquier particular o empresa nos abre un nuevo mundo de infinitas posibilidades en el que todos nos hemos iniciado con entusiasmo, cierta desconfianza e ingenuidad, sin conocer los riesgos que entraña una mala praxis en las redes sociales ni saber lo fácil que es caer en las redes de organizaciones o individuos que actúan como trols en contra de nuestros intereses y/o libertades. Pero tras un recorrido de varios lustros, comenzamos a abrir los ojos a las múltiples posibilidades y peligros que nos deparan en internet.

Política de privacidad para web

No hace falta ser un experto en la materia. Siguiendo unos pocos consejos básicos podemos sacar la máxima rentabilidad y salir airosos de situaciones comprometidas a las que se enfrenta el usuario de pie.

Los navegadores

La primera regla es vigilar la puerta por la que entramos a internet: nuestro explorador o exploradores de referencia. Las propias especificaciones técnicas que contienen las herramientas y propiedades nos explican todo el abanico de posibilidades de personalización y privacidad que existen a nuestra disposición. ¿Realmente nos paramos a leer todas estas indicaciones? Probablemente la mayoría responda que no, pero es muy recomendable dedicar unos minutos a investigar y decidir cómo queremos usar esta potente herramienta en cada momento.

Para obtener un uso óptimo de los navegadores es necesario actualizarlos periódicamente, lo que nos permitirá descargarnos las mejores y nuevas funcionalidades aplicadas en cada nueva versión. También nos servirá para acceder a actualizaciones pensadas para combatir a los hackers.

¿Qué opciones tenemos? Google Crome, Mozilla Firefox, Internet Explorer o Safari son los más empleados por los internautas.

Aviso de privacidad web

Tanto en los navegadores como en las diferentes redes sociales se han habilitado opciones avanzadas que te permiten decidir cuál es el grado de privacidad que quieres mantener. El navegador por defecto memoriza todos los datos de navegación y cookies, pero esa información se puede borrar periódicamente o bien cambiar la configuración de forma que ya no sea accesible para terceros.

Redes sociales como Facebook permiten elegir quién quieres que vea cada uno de tus contenidos. Puedes limitarlo a tu círculo más íntimo o abrirlo a toda la red.

¿Dónde te has metido?

A veces nos vemos envueltos en situaciones inesperadas ante las que no sabemos cómo actuar ni podemos prever las consecuencias. Ante la duda: retrocede y no pinches en ningún sitio. Desconfía de los sitios que te piden que descargues una aplicación porque, probablemente, detrás puede haber un virus o una persona o colectivo que quiere aprovecharse de la información que le puedas proporcionar o perjudicarte. Leer bien la letra pequeña por muy tedioso que resulte y, ante la duda, retroceder sin realizar ninguna acción que nos pueda comprometer.

También vigilar nuestros pasos cuando navegamos a través de una red Wi-Fi pública que puede estar siendo monitorizada por hackers.

Imprescindible: un antivirus actualizado

Hay versiones para todos los gustos y bolsillos. Busca la más adecuada para tus necesidades. Hay modalidades más completas que tienen más protección a la hora de navegar por internet o hacer un seguimiento de lo que entra a tu ordenador a través de tu correo. Existen otras más simples que son suficientes para usuarios con poca actividad. En cualquier caso, es importante no escatimar en seguridad porque a medio y largo plazo es una inversión rentable que nos puede evitar muchos problemas que serían mucho más costosos de afrontar.

También en el caso de los antivirus las actualizaciones son necesarias para estar al día en sistemas de protección y no quedarnos desfasados. Ignorar los avisos de actualización es un error común que se debe evitar.

Contraseñas individualizadas

Qué fácil es memorizar una sola contraseña para todos los sitios en los que entramos con frecuencia: Facebook, Twitter, Linkedin, mi página de cliente del supermercado, mis compañías del teléfono y la luz o el canal de compra de Amazon. Pero lo más cómodo no siempre es lo más seguro. Aunque todos nos dejemos llevar por el exceso de confianza, para evitar invasiones a nuestra privacidad por parte de personas ajenas es aconsejable tener una clave de acceso diferente para cada uno de estos portales con una combinación segura de letras, números y/o símbolos.